¡Felices 30 para mí!
¡Felices 30 para mí!
No, no es el perro viajante el que cumple treinta de nada, soy yo el que llega a la trigésima década de vida. El blog, por su parte, ayer cumplió su primer medio año, puesto que nuestra primera entrada fue publicada el 16 de febrero. Supongo que hoy celebraremos ambas cosas.
Todavía no he experimentado la crisis de los treinta, no sé si tendré que esperar un poco más para ello. La verdad es que siempre he vivido sin tener metas a largo plazo, con lo cual no tenía entre mis planes de vida ser propietario de una casa o un auto deportivo al cumplir esta edad, o tener una cantidad específica de hijos. Creo que por ello he vivido tranquilo, disfrutando de las oportunidades que me daba la vida; nunca pensé que a los treinta años habría visitado ya más de treinta países, pero cuando el destino pasó a mi lado y me ofreció subir a su tuk-tuk para conocer el mundo, no lo dudé.
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Sí, estoy contento con mi vida. No soy perfecto, he cometido muchísimos errores, algunos de los cuales me sigo arrepintiendo, pero creo que cada uno de ellos me ha hecho aprender y ha moldeado mi forma de ser. Puede que en lo material no tenga mucho, pero he crecido mucho como persona. No sé si seguiré planteándome la vida de la misma manera, puesto que ya llega el momento de pensar en tener una familia, y eso cambia mucho las cosas, pero espero que, dentro de diez años, siga teniendo el mismo optimismo y energía que tengo hoy.
De momento, una meta a largo plazo que me he planteado es acumular todas las millas posibles en mi programa de viajero frecuente para canjearlas por dos viajes alrededor del mundo en viaje ejecutiva. Natalie y yo ya hemos conversado sobre posibles itinerarios y tenemos claro que Australia, Asia y África estarán de alguna manera en el mismo, y luego nos tocará decidir qué parte de América visitaremos. Posiblemente Panamá, para dejar a los niños bajo el cuidado de los abuelos durante el tiempo que dure nuestro viaje. 😉