¿Ha muerto el perro viajante, o estaba de parranda?

El perro viajante ha estado bastante inactivo en el último mes.  Lo sentimos.  Hemos estado algo ocupados desde principios de mes, incluidos algunos viajes que pasarán a formar parte de las entradas del blog.  Voy a hacer un breve resumen de lo que hicimos en abril.  Para empezar, yo estuve a principios de mes en Seattle, visitando Wizards of the Coast, la empresa que fabrica el juego de cartas coleccionables Magic: The Gathering, la razón de muchos de mis viajes.

Al regresar de Seattle, me encontré con una casa vacía, pues Natalie se había ido con sus padres y tíos a disfrutar del modernismo de Gaudí en Barcelona.

El miércoles de Semana Santa, la comitiva Jurado volvió a Madrid, desde donde partimos al día siguiente hacia Castilla y León para tratar de vivir una Semana Santa tradicional, aunque la lluvia y el granizo aguaron (literalmente) nuestros planes.  En nuestra primera parada, Valladolid, no llegamos a ver ninguna procesión, y en León nos perdimos unas cuantas también, aunque sí que llegamos a ver dos de ellas, para el deleite de nuestros huéspedes y nuestras cámaras.

El fin de semana pasado, yo me desplacé a Londres, pues cuando te invitan a una boda real, rechazar la invitación puede tener graves consecuencias en tu estatus social.  Bueno, en realidad fui a ejercer de árbitro principal en un importante torneo de Magic, un Grand Prix, al cual asistieron 709 jugadores (un número bajo, en realidad).  Cuando voy a estos torneos no me queda mucho tiempo para hacer turismo, pero el lunes por la mañana mi colega Sito me llevó a conocer el mercadillo de Camden, el cual nunca había visitado, tras lo cual yo lo llevé a conocer el dim sum en un restaurante en Chinatown.

Mientras yo arbitraba en Londres, Natalie y sus padres abordaron un tren con destino Salamanca, donde se maravillaron con su universidad y sus catedrales.  Obviamente, siguieron al pie de la letra las tradiciones turísticas y buscaron la rana en la fachada de la universidad y el astronauta en la fachada de la Catedral Nueva.

Entre todas estas cosas, hemos estado realizando todo tipo de actividades con mis suegros.  Por ejemplo, la semana pasada fuimos a ver el musical de Los Miserables en el teatro Lope de Vega de Madrid y el espectáculo Corteo del Cirque du Soleil.  Todo esto no es solamente una lista de excusas para justificar nuestra falta de actividad, es un anticipo de las historias que se sucederán en este blog.  🙂